Vivencias/Experiencias
En mi crecimiento como cristiana desde el 2009 que me convertí,
viví una época muy bonita con los jóvenes de la iglesia, donde pude sentir la presencia de Dios en todo su esplendor, serví en multimedia (ministerio que apenas estaba creciendo) creo que la mejor etapa y época de mi vida la viví al principio, cuando vi a Dios usando mi vida, conocí a personas muy lindas de las cuales aprendí demasiado y también empecé a tratar mas con mi familia, convivir, a platicar mas con ellos y vivir una vida feliz.
Tuve como todos los cristianos lo hemos tenido en algún momento de nuestra vida, fallas, errores y cometí pecados, los cuales Dios me redimió. Me alejé un año y medio de la iglesia y cuando regresé a ella muchos no me saludaron, otros me recibieron con gusto y otros simplemente me ignoraron.
Después de haber estado en disciplina un año y 8 meses casi dos años, no fallando a la iglesia, actividades, mi relación con Dios había mejorado considerablemente ya que me había hecho el habito de orar todos los días y depender de la dirección de Dios. Quise pedir la oportunidad de servir a Dios de nuevo, busque a la persona por llamadas, mensajes de texto, messenger, whatsapp, etc., y no obtenía ninguna respuesta. En una ocasión soñé con una Iglesia de la ciudad y ya empecé a buscar donde se estaban congregando y me llevé a mis hijos y empezamos a asistir a otra Iglesia donde si había espacio y servicio para ellos, fue en el año 2018. Ya estando ahí congregándome varios domingos quise hablar con las personas encargadas de la Iglesia anterior a donde asistía; oh sorpresa, ya estaban enterados. ¿Quién les dijo?; la verdad ni idea. Me hicieron sentir tan mal que solo agradezco a Dios por haberme dado ese sueño de irme a otra iglesia. Y si Dios me perdonó, ¡Él ya me liberto!
Agradezco a Dios infinitamente por las personas que ha puesto en mi camino y a las personas que las ha alejado de mi, que me cuide siempre y que siempre pueda ser de bendición a los demás para Su Gloria.